Se nos ha ido “Josete”, aunque no del todo. José Luis Rivera, compañero de todos y, más aún, amigo, se nos murió en la madrugada del sábado 21 de julio. Decir de José Luis que era el mejor de los compañeros, el mejor de los profesionales, la mejor de las personas, es casi como no decir nada, pues la enorme grandeza de su humanidad no puede expresarse con unas pocas palabras.
La palabra limita y no alcanza a decir lo que Josete fue para nosotros. Tampoco para contar lo que fue para los cientos de usuarios que lo buscaban en el mostrador cada día, como si su mera presencia fuera la garantía de que cualquier gestión llegaría siempre a buen término; para las decenas de becarios que aprendieron a su lado a lo largo de tantos años de trabajo.
Y durante todo este tiempo, siempre una sonrisa. Ninguno de los que hemos trabajado con él podríamos decir cómo era el rostro de José Luis enfadado, o de José Luis de mala gana. Jamás lo vimos así.
Hoy parece que una enorme pala excavadora hubiera venido aquella noche para llevarse un gran trozo de esta biblioteca, hubiera arrancado de cuajo la mitad de alguna de sus salas. Así nos sentimos algunos, como si, al mismo tiempo, esa máquina aterradora nos hubiera arrancado un trozo de nosotros mismos.
Antonio L. Galán Gall
Para saber más:
José Luis Rivera comisarió de Febrero a Mayo de este año la exposición "Almanaques de otro tiempo" en
la Biblioteca General de Ciudad Real (accede al reportaje entre los minutos 20 y 23 del siguiente enlace)
Algunos textos profesionales en los cuales participó como coautor:
Acceso a productos electrónicos en una red local
Servicios bibliotecarios en las bibliotecas digitales
4 comentarios:
Así era, y así fue hasta el final: luchador, sonriente y cariñoso. Lo has descrito muy bien. Valía millones. Para él, y para su familia, un abrazo muy grande.
Me adhiero a los abrazos y condolencias a su familia. Lo traté poco, sólo en cursos y oposiciones -no podía ser de otro modo trabajando en otro campus-, pero lo recuerdo como una persona siempre agradable, trabajadora y que no dudaba en echarnos una mano, o las dos, si era menester. La BUCLM no será la misma sin él.
Suscribo las cabales palabras de Antonio.
A los que hemos tenido el enorme privilegio de contar con su amistad -en mi caso, casi 20 años- su ejemplo y saber estar nos ha enseñado a ser mejores personas.
Gracias José Luis, y hasta siempre.
Un fuerte abrazo para Prado e Inés.
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